Notas de caramelo, haba tonca y vetiver se fusionan con la intensidad del Palo Santo, creando una fragancia que calma el alma. Una “madera santa”, llena de magia y misticismo desde tiempos inmemoriales, libera una esencia fascinante que va cogiendo vida a través de una mezcla cautivadora de incienso y madera terrosa.
Anhelada por chamanes durante siglos, se cree que esta madera espiritual tiene el poder de proteger y marcar el inicio de una buena fortuna; una niebla tenue limpiara el estado de animo y levantará el espíritu, invocando las verdaderas virtudes purificadores del Palo Santo.
Notas de Salida: Davana de India, Acorde de ron
Notas de Corazón: Acorde de leche, Madera de guaiacum de Paraguai, Haba Tonka de Venezuela
Notas de Fondo: Madera de cedro de Marruecos, Vetiver de Haití, Amyris de Republica Dominicana
